El tipo de cambio GBPNZD tendrá algunos discursos importantes esta semana por parte del Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra.
GBPNZD – Gráfico Semanal
El precio de GBP frente al NZD está operando por encima del nivel de 2.20, pero un fracaso en esta zona podría dar inicio a una corrección. El máximo de 2020 en 2.19 será un punto clave en las próximas semanas.
Los datos más importantes para la libra esterlina frente al dólar neozelandés se publicarán el jueves, con las expectativas de inflación de la economía de Nueva Zelanda a las 10 a. m. HKT, lo que pondrá a prueba la reciente caída al 2.12%. Cualquier repunte en la inflación podría frenar la reciente caída frente a la moneda británica.
Los datos de crecimiento del PIB del Reino Unido, programados para las 3 p. m. HKT, se esperaban que mostraran un aumento del crecimiento anual del 0.9% al 1.1%. Este será el dato más relevante, ya que la economía británica debe respaldar los planes de recuperación del país, especialmente en un momento en el que el gobierno no puede permitirse más endeudamiento.
Cualquier desaceleración en la economía del Reino Unido en este nivel de resistencia clave del par podría ser el detonante de una corrección. Se espera que la economía británica crezca un 1.5% este año después de que el presupuesto impulsara el gasto público, pero este escenario podría cambiar si Donald Trump aprueba nuevos aranceles, según un importante grupo de expertos económicos.
En un impulso para el Ministro de Finanzas del Reino Unido tras recientes datos negativos, el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR) elevó su previsión de crecimiento anual del 1.2% al 1.5%.
Sin embargo, advirtió que una expansión de los aranceles, tras la imposición de un 10% sobre las importaciones de China y un 25% sobre Canadá y México por parte del presidente de EE. UU., podría reducir el ritmo de crecimiento al 1.3%, o incluso más si estos aranceles afectan directamente a las empresas británicas.
El dólar neozelandés podría ser una moneda ganadora silenciosa en un mundo en transformación, donde las economías deberán adaptarse a reducciones del 25% en los ingresos por exportaciones clave.